Ante la duda infundada de algún seguidor que cree que he olvidado mis raíces, acá va una foto de mis últimos trabajos, modelado en arcilla colorada, todavía sin cocinar, al puro estilo precolombino.
En cuanto la temperatura baje de los 40 grados y pase el peligro de incendiar el monte, la quemaré en un horno de aserrín casero que aún no construí. Mientras tanto acumulo amuletos y fauna autóctona de barro en el salón de abajo.
Muy bueno.
ResponderEliminar¡Tiene formas voluptuosas!
¡Saludos!